Patricio Basso se peleó con el mundo por
decir su verdad:
Las universidades
son “mejor negocio que la cocaína”
En
entrevista con eldesconcierto.cl,
el ex secretario ejecutivo de la CNA que luchó contra Harald Beyer en 2013,
disparó con todo contra la cúpula DC, la poca voluntad de la Nueva Mayoría en
terminar con el lucro en las universidades y los altos aranceles que han
enriquecido estas instituciones. “Que Ignacio Walker se vaya con los
neoliberales de Velasco y deje de convertir el partido en algo que no es”,
dice.
Por Pablo Álvarez Y.
su medio, ¿es más de izquierda o de derecha?
-¿Qué
prefiere usted?
Siempre
he preferido que sea más a la izquierda.
Años
después de que lo expulsaran de la Comisión Nacional de Acreditación y de que
luego impulsara la destitución de Harald Beyer, Patricio Basso, ingeniero
matemático de la Universidad de Chile y Doctor en Ingeniería de la Université
Scientifique et Medicate de Grenoble, ya prácticamente no tiene prensa.
A la
fuerza se ha tenido que hacer un activo usuario de redes sociales, twitteando
ante más de 11 mil seguidores, subiendo sus exposiciones a Youtube y cartas no
publicadas por El Mercurio a su blog.
No es
amigo ni de la cúpula de la DC ni del movimiento estudiantil. Basso se opone al
cogobierno y tiene sus reparos con la gratuidad universal, pero hay un punto en
donde levanta la voz más que nadie: en la lucha contra el lucro. En ese punto
parece aleonarse como en sus viejos tiempos de dirigente estudiantil, y no
presenta ninguna clase de reparo en decir lo que piensa. Con uno de los últimos
políticos que le ha tocado interactuar, fue con el ex ministro de Educación
Sergio Bitar en una charla. “La Concertación alimentó a las universidades porque tú
inventaste el Crédito con Aval del Estado”, le disparó Basso frente al público.
-Y
ahora Bitar es asesor del Mineduc.
Lo que es
pésimo. Como ministro no lo hizo muy bien y es parte de los que tienen una
visión neoliberal de la educación.
-¿Cómo
vio la resolución preliminar del Tribunal Constitucional ante la glosa de
gratuidad?
La decisión me parece malísima pero quisiera ver los fundamentos antes de ver
qué ocurre. A mí no me hace mucho sentido que se dictamine que hay
discriminación en circunstancias en que se está dando dinero a las
universidades, y no a los estudiantes. A las universidades siempre se les ha
distribuido en forma que no es equitativa, por lo que la discriminación siempre
ha existido. No entiendo de qué manera pasamos a decir que los estudiantes son
los discriminados.
-Ahora
se piensa que quedarán fuera universidades como la UTEM, Los Lagos y Arturo
Prat.
Son tres universidades muy malas. El Estado debería invertir más recursos en
ellas para mejorarlas, pero no a propósito de la gratuidad, sino a través de
aportes basales y proyectos específicos para mejorar esas universidades. El
Estado no se puede dar el lujo de tener tres universidades penca, por decirlo
en buen chileno.
-Pero
el Estado sí se está abriendo a universidades que nunca han sido reguladas
efectivamente por lucro.
Lo que pasa es
que para terminar con el lucro hace falta una aclaración de qué significa que las
universidades sean sin fines de lucro. Entenderás que las salas de clases y los
laboratorios no lucran, son los dueños los que no deben lucrar. Bastaría una
ley corta que explicite que se entenderá por lucro cualquier transacción
relacionada entre la universidad y sus dueños. Punto, se acabó el lucro. Eso
además de establecer el delito y las penas. Eso habría pasado soplado por el
parlamento con la mayoría que tenemos.
-¿Por
qué no lo hacen?
La única razón que yo encuentro es que en este país desde los comunistas hasta
la UDI, desde los católicos hasta los mazones pasando por los legionarios de
Cristo, ¡todos tienen universidades! Entonces a nadie le interesa acotar el
tema.
-Fueron
parlamentarios de la DC los que partieron acusando discriminación y, a nivel de
colegios, impulsaron que se admitieran transacciones entre empresas
relacionadas.
Porque esos parlamentarios no tienen una concepción clara de cómo se aplican
los principios del partido a la cosa concreta. Si nosotros estamos por una
sociedad comunitaria, no podemos favorecer los negocios particulares o el lucro
en la educación, incluso, faltando a los acuerdos del quinto congreso del
partido, que dice que estamos contra del lucro.
RELACIÓN CON LA DC
“Cada
vez cuesta más decir soy demócratacristiano”, dice Basso, para quien en algún momento
su partido perdió el rumbo. Quizás esto ocurrió a los pocos meses de la llegada
de la democracia, periodo en que un amigo y camarada militante lo llamó al
teléfono.
-Patricio mira, todos los que no estaban peleando ahora están con cargo…
-Tenís razón – le respondió, y decidió hacer algo al respecto.
Partió a
ver a un viejo conocido, el entonces ministro Secretario General de la
Presidencia, Edgardo Boeninger, y le llevó dos listas. En una estaban los DC
que actualmente tenían cargo, y en la otra estaban los que él consideraba que
habían dado una lucha sustantiva contra la dictadura.
–Edgardo, por favor explícame por
qué toda esta gente que nunca estuvo en la lucha contra la dictadura está
ocupando los cargos y todos estos otros están fuera.
Boeninger, avezado político, le respondió:
-Mire Patricio, nunca el ejército que gana es igual al ejército de ocupación.
Basso
entendió, tomó sus listados y se fue. Comunicó lo hablado a sus amigos que le
habían planteado las inquietudes y cerró el capítulo. Mientras tanto, en La
Moneda, Patricio Aylwin acuñaba la frase “en la medida de lo posible”. “Esa
frase significaba avanzar tanto y cuanto no molestáramos a los militares ni a
la derecha – asegura Basso -. La solución que encontraron fue hacerse con el
modelo neoliberal. Y eso lo mantienen hasta el día de hoy”.
Basso
finaliza su explicación con una analogía: “Esto es como el cuento de este niñito
compró un huevito, solo que este es un cuento cortito y trágico: Pinochet
inventó las universidades que lucran, la Concertación las financió y la derecha
se comió. No
solamente no atacaron el modelo neoliberal en educación, lo mejoraron y lo
financiaron. Eso es indecente”.
Y hoy,
¿cómo ve a la DC?
-Es un partido que tiene una doctrina que está perfectamente vigente, pero ha
caído en manos de grupos neoliberales, Ignacio Walker y su equipo, que ya la
traicionaron. La DC es anticapitalista, en sus bases doctrinarias e
ideológicas, y anticomunista también. Se define como un partido que cree en la
sociedad comunitaria, sociedad de sociedades. Hay gente que todavía tiene los
principios claros, pero cada vez cuesta más decir “yo soy demócrata cristiano”.
Me da vergüenza a mí. Mucha gente me dice ¿por qué sigues en ese partido?.
¿Por
qué sigues en ese partido?
-En primer
lugar, porque sigo pensando que sus valores humanistas y cristianos están
vigentes, más allá traición a esos principios de parte de quienes han mantenido
el gobierno estos últimos años. Y en segundo lugar porque Jacques Maritain, uno
de los pensadores filósofos esenciales de la democracia cristiana, introdujo un
concepto que es muy valioso que son las minorías proféticas de choque. Son
minorías que se adelantan a los eventos para cambiar las circunstancias y así
evolucione la sociedad donde están metidas. Yo seguiré siendo minoría en pos de
que las cosas cambien.
¿Qué
cambio se puede lograr desde la DC?
-Yo estoy convencido de que a menos de que la Democracia Cristiana cambie de
rumbo, este país no va a tener nunca un cambio esencial. Hoy, te das cuenta de
que el principal oponente al gobierno de la Nueva Mayoría se llama Ignacio
Walker, cuyas declaraciones son indistinguibles de la UDI, son las mismas.
Claro que le llama “matices” ¡Pero se ha opuesto a todo! Ese señor
debiera irse del partido. Así de simple. Que se vaya con los neoliberales de
Velasco y deje de convertir el partido en algo que no es.
Los
otros partidos de la Nueva Mayoría también han chocado con las últimas
dirigencias de la DC.
-Lo que pasa es
que solo cuando consigamos que la DC vuelva a ser lo que es, que es un partido
revolucionario que está por los cambios, vamos a tener más coincidencias con
los demás partidos. Incluso vamos a tener discrepancias porque algunos son
bastante derechistas ya.
LAS UNIVERSIDADES, “UN MEJOR NEGOCIO QUE LA
COCAÍNA”
Ya han
pasado años desde que Patricio Basso elaborara las polémicas minutas
financieras que demostraban el lucro en las universidades UNIACC y Santo Tomás;
desde que Aníbal Vial, ex rector de esta última, presionara para echarlo de la
Comisión Nacional de Acreditación;desde que Basso enviara a la Fiscalía el
lucro de la U. San Sebastián; desde que se paseara por el Congreso entregando
antecedentes sobre Harald Beyer en torno a estos casos buscando destituirlo; y
desde que lo lograra también.
Hoy, con
menos cobertura que en esos tiempos, vuelve a tomar una lucha y satura a los
parlamentarios por twitter para que presten atención a lo que denuncia: la
usura de los aranceles universitarios. Desde el principio de la entrevista
tenía listos los papeles de su presentación, y procedió a explicar su punto.
¿En
qué consiste su presentación?
-Lo que
aquí trato de demostrar es que los actuales aranceles en Chile están muy por
sobre la docencia, son un robo con aval del Estado. Esto tengo que demostrarlo,
y lo hago mediante los siguientes puntos. En primer lugar, viendo las
utilidades de las universidades. Te pongo un ejemplo, la San Sebastián se
constituyó en el año 90 con 14,4 millones de pesos puestos por los socios.
Luego, 23 años después, tiene un patrimonio de 37, 457 millones de pesos.
Un
cambio sustantivo.
-Mire,
como la gente se maneja más con los depósitos a plazo, UFs, se lo pongo de la
siguiente forma: si yo encontrara un banco al que yo le pago los 14,4 millones,
y me paga todos los años intereses, ¿cuánto tendría que darme para llegar a los
37 mil millones que es el patrimonio actual? Tendría que darme la ganga de
UF+39% anual. No hay ningún negocio decente que de eso, es una brutalidad. Esto
es un mejor negocio que la cocaína. Y eso que es después de lucrar, ya que eso
está contemplado en los costos.
Diapositiva
de la presentación de Patricio Basso con datos sacados del Sies del Mineduc.
Pide no considerar a priori a la Universidad Alberto Hurtado, cuyo aumento de
patrimonio pudo darse por un traspaso de bienes inmuebles.
¿Cómo se llega a esas cifras?
-Si nos
comparamos con el resto del mundo, según el último informe Education at a
Glance de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE),
Chile es el país de la organización que cobra los aranceles más caros del
mundo. Es un escándalo, aquí hay robo. Cobra más que Estados Unidos, Corea,
Japón, más que Canadá, Italia y más de 5 veces lo que cobran en España. Esas
utilidades exorbitantes vienen de los aranceles más caros del mundo.
Diapositiva
de la presentación de Patricio Basso, en base al informe Education at a Glance
2015.
¿Desde
lo personal, cómo has visto el tema?
-Como director de planificación del año 90 al 93 en la Universidad de Chile, y
después como vicerrector de economía y administración, yo sabía que en varias
carreras los aranceles que cobrábamos eran muy por encima de los costos. Nos
sobraba plata, ¿qué hacíamos con ella? Teníamos que traspasarla al Fondo Común
de Investigación, porque el Estado no financiaba toda la investigación.
Entonces, los estudiantes o las familias estaban financiando la investigación
porque el Estado no cumplía.
¿En
qué proporción se pone la familia?
-Según un dato también de la OCDE, Chile está en el tercer lugar de los menores
aportes fiscales. Cobramos caro, pero el grueso del gasto lo está haciendo la
familia. El patrimonio que tienen estas universidades no es de ellos, es de los
estudiantes que lo formaron y de las familias que pagaron. Además hay un
agravante terrible: en promedio, más del 40% de los estudiantes que ingresan no
se titulan ¡nunca! Los engañamos. Entonces todos estos que cacarean que el
modelo es excelente porque se masificó y le ha permitido a los jóvenes acceder,
sobre todo a los de más bajos ingresos, saben que justamente a ellos les
estamos robando, porque quedan endeudados, si no tenían becas, y sin título.
¿Cuál
es la solución a todo esto?
-Es urgente que
se aclaren los costos de la docencia y de la investigación, y esta última, en
caso de ser de calidad, se financie en un 100%. No tengo las cifras, pero estoy
casi convencido que si se financia por separada la investigación y se ajusta la
docencia a los costos, se puede entregar la gratuidad ahora, porque tienen que
bajar los precios.
Pero
no hay iniciativas para que sea así, ¿ve alguna otra salida más factible
actualmente?
-Claro, como no
se puede hacer ahora dado que no hay las herramientas legales, lo que yo
haría es que como el Tribunal Constitucional no dejó hacer lo que el gobierno
propuso, agarraría esa plata y crearía un fondo concursable de gratuidad. Todas
las universidades postulen a cierta cantidad de becas de gratuidad, pero la
condición es que en ellas no pueden cobrar un peso más por el copago. Entre los
criterios para evaluarlo estarían los años de acreditación y el precio. Estoy seguro
de que bajarían los precios.
¿Cree
que debieran darse estas discusiones antes de la gratuidad?
-Tienen que ir
de la mano. Supongamos que hubiera gratuidad, por lo tanto las familias
dejan de pagar. Si el Estado paga a los aranceles que están cobrando, estaría
el Estado mismo creando los patrimonios. El problema de los aranceles
extremadamente caros es independiente de si hay o no hay gratuidad, porque si
no hay gratuidad, en parte lo paga la familia y en parte el Estado, y si
hubiera gratuidad plena, el Estado estaría regalándole plata a los privados y a
las universidades estatales. Ahora, la verdad, mi impresión es que, con 69
años, dudo que mis ojos alcancen a ver algún día la gratuidad total.