Odontología: Una profesión
en crisis.
Por Dr. Roberto Irribarra Presidente Colegio
Cirujanos Dentistas de Chile
05/08/2013
La creación de nuevas carreras nos
llevó a una cantidad inimaginable: Chile llegó a tener 34 escuelas de
Odontología con una oferta de 1.600 vacantes para primer año. Hoy, están
egresando cerca de 1.200 dentistas por año y tenemos a más de 12.000 personas
estudiando la carrera. Chile tiene 18.000 dentistas recibidos.
El mercado laboral de los cirujano
dentistas en Chile esta compuesto por los cargos públicos, que tiene ocupados a
cerca de 4000 dentistas, y el mercado privado, que absorbe al resto. Esto ha
provocado un mercado laboral con sobreoferta de dentistas para cada cargo que
se produce. La mayoría de los cargos que se producen en el sector privado son
en base a contratos de honorarios por producción y no consideran pagos
previsionales ni derechos laborales. Este tipo de contratos se esta dando
incluso en el sector público y de las Fuerzas Armadas. El sector público no
aumenta los cargos y si lo hace, es en una mínima proporción.
Es parcialmente cierto que el estado
de salud catastrófico de los chilenos podría justificar un aumento de la
cantidad de cirujano dentistas en el País, pero si eso no va acompañado de un
aumento de los recursos públicos y privados para proveer atención odontológica,
este incremento solo implica un deterioro de las condiciones laborales de los
dentistas y de la calidad de sus servicios, por no contar con los recursos
necesarios para insumos, equipamiento, actualización, sueldos y derechos
previsionales propios y de su personal.
La cantidad de dentistas en promedio que tienen los países dela OCDE es de 1.200 habitantes
por dentista. En estos países existen sistemas de control de la calidad de los
egresados y sistemas de control de la cantidad de dentistas que tiene el país,
la que no pueden afectar el mercado laboral, ya que ello está relacionado con
la calidad de los servicios que reciben los pacientes. Chile tiene una relación
de 1 dentista cada 950 habitantes y con los alumnos que están estudiando la
carrera llegaremos el 2018 a
una relación de 1 dentista cada 550 habitantes. Esta proporción da lugar a un
deterioro sin precedentes e inaceptable de un mercado laboral que ya estaba
estabilizado el 2.000, con 1 dentista cada 2.000 habitantes, que es lo que
recomienda la OMS
para países en desarrollo como el nuestro.
La cantidad de dentistas en promedio que tienen los países de
Hemos insistido taxativamente en la
necesidad de la acreditación obligatoria de nuestra carrera, para la que son
pertinentes todas, las mismas consideraciones de la carrera de medicina en el
sentido de la necesidad del estado de cuidar la calidad de la atención en salud
para los ciudadanos del país. Esperamos que esta insistencia cuente con la
participación decidida de ACHEO y el resto de las escuelas de Odontología del
país.
Respecto de la calidad de los
egresados de las universidades chilenas y de los extranjeros cirujano dentistas
que ingresan al país, hemos insistido en el examen nacional de odontología como
obligatorio y habilitante para el ejercicio de la profesión. Al no tener todas
las carreras de Odontología acreditadas, no tenemos ningún filtro para conocer
la calidad de quienes egresan de la carrera de Odontología, sino es por medio
de lo que el mercado detecte al conocer los reclamos o juicio éticos o civiles
que se lleven contra los dentistas en ejercicio. Este sistema implica que
muchas personas pueden sufrir las consecuencias de una mala preparación, antes
de que la calidad del dentista sea evaluada por algún medio.
Con los dentistas extranjeros, el
filtro es solo administrativo en las oficinas del Ministerio de Relaciones
exteriores. Necesitamos un sistema de control de calidad que no discrimine
entre los pacientes del sistema público y el sistema privado, que, en el caso
de Chile, es el que presta el 70% de las atenciones odontológicas que se dan en
el país.
Para peor, los colegios profesionales
no tienen la tuición ética de sus profesionales por la falta de voluntad
política de distintos gobiernos que no han querido devolver a estas
organizaciones el rol contralor de sus respectivas profesiones. La evolución de
los conceptos éticos y los dilemas bioéticos que se presentan a diario en las
ciencias biomédicas, no puede dejarnos indiferentes. El Estado no tiene la
capacidad de implementar un sistema de control ético para todas las
profesiones, en cambio, los colegios profesionales sí son capaces y la
experiencia internacional lo demuestra.
Hay que pasar, entonces, a pensar la
situación desde el mayor beneficio para el país. La cobertura de la atención
odontológica es un drama que no ha sido enfrentado con la debida seriedad. El
Ministerio de Salud no cuenta con una Dirección Odontológica Nacional, que dé
cuenta de problemas de salud que aquejan al 98% de los beneficiarios del
sistema público. Hemos tenido avances importantes como la incorporación
reciente de acciones odontológicas para jóvenes entre los 12 a los 18 años a la libre
elección de FONASA después de 20 años de estar solicitándola. Pero las
enfermedades bucales, que van desde la caries dental hasta el cáncer bucal, no
tienen programas que permitan una cobertura efectiva para todos los
beneficiarios y la mayoría de ellos ha concluido que llegar a los 40 años con
pocos dientes o a la vejez sin ninguno, es normal y se debe aceptar como parte
de la condición de ser viejo o pobre.
El estado de salud bucal es hoy uno de
los signos más claros de la inequidad en nuestra sociedad. Debemos conocer el
real estado de ella, conocer los programas que sean más efectivos para
enfrentar esta realidad e implementarlos desde una planificación nacional seria
y basada en atención oportuna y de calidad para todos los chilenos.
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