¿Cómo
actúa el demonio cuando le abren las puertas? El Papa Francisco responde
VATICANO, 09 Oct. 15 / 05:28 am (ACI).- El Papa Francisco alertó sobre los peligros que corre
una persona cuando le abre las puertas al demonio, una oportunidad que
aprovecha para “anestesiar” la conciencia e irse apropiando poco a poco de
ella.
En la homilía que pronunció en la Misa en la Casa de Santa Marta a primera hora de la mañana y
antes de acudir a la Asamblea del Sínodo sobre la Familia, el Pontífice comentó el Evangelio del día en el que Jesús
expulsa a un demonio y enumeró algunos peligros que conlleva escucharlo y
dejarlo entrar.
El Santo Padre explicó que cuando el demonio ingresa en la
consciencia de la persona se hace dueño de ella, “está escondido, viene con sus
amigos muy educados, llama a la puerta,
pide permiso, entra y convive con ese hombre, su vida cotidiana y, gota a gota, da las instrucciones”.
El demonio, con “esta modalidad educada” convence al hombre para “hacer las cosas con relativismo”.
El padre de la mentira “tranquiliza
la conciencia, anestesia la conciencia, esto es un gran mal”.
“Cuando el espíritu malvado logra anestesiar la conciencia se
puede hablar de una verdadera victoria suya, se convierte en el dueño de esa
conciencia”.
“¡Pero esto ocurre en todas partes!”. “Sí, todos, todos tenemos
problemas, todos somos pecadores, todos… y en el ‘todos’ existe el ‘ninguno’.
‘Todos, pero yo no’. Y así se vive esta mundanidad que es hija del espíritu
malvado”.
Francisco alentó a vivir la “vigilancia” y recordó que “la Iglesia aconseja
siempre el ejercicio del examen de conciencia: ‘¿Qué ocurrió hoy en mi corazón,
hoy, para esto? ¿Ha venido este demonio educado con sus amigos a mí?’”.
Sobre el Evangelio, explicó que aparte de sus seguidores, “había
otro grupo de personas que no le quería y buscaba siempre interpretar las palabras
de Jesús y también las actitudes de Jesús, de distintas maneras, contra el
mismo Jesús”, dijo Francisco.
“Algunos por envidia, otros por rigidez doctrinal, otros porque
tenían miedo de que vinieran los romanos y les masacrasen; por tantos motivos
buscaban alejar la autoridad de Jesús del pueblo y también con la calumnia,
como en este caso”.
Francisco recordó que quienes acusaban a Jesús decían que estaba
endemoniado y “continuamente le probaban, le ponían una trampa para ver si se
caía”.
Ante estas trampas, el Pontífice invitó a discernir y estar
vigilantes. “Saber
discernir las situaciones”, es decir, lo que viene de Dios y lo
que viene del demonio, que “siempre busca engañar”, “hacernos elegir un camino
equivocado”.
“El cristiano no puede permanecer tranquilo de que todo vaya bien,
debe discernir las cosas y mirar bien de dónde vienen, cuál es su raíz”,
explicó el Papa a los fieles.
“Las tentaciones –añadió– regresan siempre, el
espíritu maligno no se cansa jamás” y si “fue expulsado” tiene
“paciencia, espera para regresar”. Entonces, si se le deja entrar ocurrirá como
al endemoniado del Evangelio, que le “atormentaba”.
“Discernimiento”, repitió el Papa invitando después a reflexionar.
“¿De dónde vienen los comentarios, las palabras, las enseñanzas, quien dice
esto? Discernir y vigilar, para no dejar entrar al que engaña, que seduce, que
fascina”.
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