viernes, 14 de junio de 2013

“Los más pobres no son solamente a los que les falta plata, sino también los que son marginados de las decisiones relevantes para su vida.

"Presión ojalá pacífica, porque más pasa el tiempo y más veo que si vamos por este camino se amenaza la paz social, porque hay varias posibilidades y una de ellas es que haya un golpe de Estado", sostuvo el religioso. Y afirmó que quienes detentan el "poder económico, político y judicial" son precisamente quienes siempre se opondrán a los cambios.

El obispo de Aysén, Luis Infanti, aseguró que una de las maneras de evitar conflictos sociales mayores -incluso posibles quiebres institucionales- es a través de un cambio constitucional.
“Yo creo que la única posibilidad es que la presión de la gente ayude a que se llegue a una nueva Constitución. Presión ojalá pacífica, porque más pasa el tiempo y más veo que si vamos por este camino se amenaza la paz social, porque hay varias posibilidades y una de ellas es que haya un golpe de Estado”, sostuvo el religioso en entrevista con Radio ADN.
“Chile es un país vendido, porque hay una Constitución que lo permite, que es un signo de un modelo que está marginando, expulsando gente del bien común”, agregó Infanti.
En ese sentido, recalcó que “los más pobres no son solamente a los que les falta plata, sino también los que son marginados de las decisiones relevantes para su vida. Por esto, la Constitución es dictatorial desde su concepción misma, si bien se le han hecho algunos arreglitos que son marginales”.
“Los que se sienten cómodos con esta Constitución, o sea, los que tienen el poder económico, político y judicial, no van a permitir cambios”, concluyó.




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