martes, 14 de abril de 2020


Dr. Eduardo Mahn Arteaga
Buscando normalidad en nuestras vidas y trabajo en la era COVID-19.

Estimados colegas, amigos y pacientes:

Hemos tratado de resumir la información disponible y pertinente al SARS-CoV-2 para evaluar en forma profunda la situación actual y poder sacar directrices que nos permitan ejercer de la mejor forma posible nuestra profesión en estos tiempo de crisis. Este documento es un compilado de muchos artículos y opiniones. En especial agradezco a mi amigo Markus Troelsch por el documento original en el cual este se basa.

Nuestra clínica está situado en Santiago, Chile (Clinica Artis) en el borde de las comunas de Vitacura y las Condes (oficialmente Vitacura), ambas de las más afectas por esta pandemia, desde el inicio, dado que el virus entró a nuestro país por personas que vivían en esta zona de nuestra capital y que contrajeron el virus principalmente en Europa. Personalmente además de mi práctica, soy docente de la Universidad de los Andes, atiendo pacientes en la Clínica Universitaria y soy referente internacional en las áreas de rehabilitación Oral e implantología asociado a varias empresas.
En nuestra clínica tenemos un equipo multidisciplinario  con todas las especialidades, cubrimos desde las cosas más básicas, pasando por urgencias hasta los tratamientos más complejos interdisciplinarios. No solo atendemos pacientes de la zona donde nos encontramos, sino también tenemos muchos pacientes de otras regiones del país que vienen especialmente por tratamientos que no pueden ser realizados en sus regiones por la complejidad que representan. Al ser una clínica multidisciplinaria, no solo vemos pacientes jóvenes con tratamientos más estéticos, sino que también desde niños hasta adultos mayores postrados, pasando por personas enfermas con patologías de base y múltiples síndromes.

En nuestro país, la autoridad sanitaria y las sociedades científicas locales han recomendado acotar la atención odontológica a tratamientos de urgencia y tratamientos cuya postergación representa un riesgo para la salud del paciente o aumenta las posibilidades de problemas futuros. Con la excepción de la región de la Araucanía, no ha habido un mandato formal de suspensión de actividades (Resolución exenta N J1 1649) e incluso allí la resolución permite la atención de urgencia privada.

Es importante notar que la norma internacional ha sido por lo general la que prima en nuestro país, que ya fue descrita, donde la mayoría ha mantenido la atención dental sugiriendo protocolos especiales de atención en estos tiempos de crisis que por lo demás no distan mucho de los tradicionales dada la alta preocupación  que siempre hemos tenido los odontólogos por la contaminación cruzada y los vectores de contagio de otros patógenos presentes en la cavidad oral.




A. Introducción

Es un hecho, que nosotros, como odontólogos (cirujanos dentistas u orales y maxilofaciales incluyendo todas las especialidades y subespecialidades), que lideramos una consulta privada y además en mi caso en particular trabajamos en una clínica universitaria, regularmente debemos trabajar en ambientes potencialmente peligrosos y tratar pacientes con enfermedades altamente infecciosas. No somos virólogos y no pretendemos serlo. Somos especialistas en nuestra área, la cual sí
merita un profundo conocimiento de las formas de contagio ya que como profesionales estamos expuestos a patógenos a diario y debemos velar por la seguridad de nuestro equipo, colaboradores y pacientes. Por lo tanto, esto no es un documento oficial, sino que simplemente el resultado de nuestra investigación privada en relación al COVID-19, desde su aparición en Wuhan, China, el pasado mes de Diciembre del 2019 o según fuentes no oficiales quizás antes y la llegada a nuestro país a finales de febrero. Como el conocimiento científico en esta materia avanza de forma vertiginosa y se expande rápidamente, tratamos de actualizarnos constantemente para poder entregar el más alto cuidado y nivel de protección tanto a nuestros pacientes, nuestro equipo y a nosotros mismos.

Comprendemos el miedo que sienten los trabajadores de la salud, y compartimos la necesidad de protegernos tanto a nosotros como a nuestras familias. Pero, a pesar de ésto, debemos también cumplir con nuestro deber y brindar la atención  necesaria a los pacientes. Los servicios públicos están crónicamente colapsados en la mayor parte del mundo siguiendo nuestro país la misma regla, agravándose esto en la situación actual. Por esta misma situación actual es que lo mejor que le puede pasar a un paciente que necesite atención odontológica es ser atendido en un ambiente privado, libre de aglomeraciones donde la posibilidad de contagio es muy baja o casi nula y asi poder evitar el riesgo implícito en acercarse a un centro de salud donde si acuden a atenderse personas contagiadas.

Nota:
Las citas científicas no las he puesto de la forma tradicional en la que citamos las publicaciones y referencias sino con un link directo a la fuente para facilitar que corroboren la información que planteo dado que muchos de los lectores pueden no estar familiarizados con la forma de escribir en las ciencias médicas o no tengan la posibilidad de conseguir los manuscritos originales.

Entonces, que sabemos de la situación actual?

SARS-CoV-2 es un virus RNA de la familia de los Coronaviridae, los cuales se conocen desde los años 60. El especial tipo de ellos al que nos vemos enfrentados ahora, fue identificado en Enero de 2020. Esto significa que es un virus nuevo, pero no lo es su familia, y por este motivo existen características que son conocidas y han sido estudiadas por mucho tiempo. La primera pandemia generada por un virus SARS fue en el 2002 originada desde la provincia de Guandong, China y abarcó 29 países y 916 muertos.


La crisis actual que siguió a la aparición del SARS-CoV-2 y su enfermedad asociada COVID-19 y su rápida diseminación a través del mundo, es un gran desafío para los sistemas de salud de todos los países y no solo amenaza con colapsar sus capacidades, sino que ya lo ha hecho en países como Italia y España.  Aunque existe discusión tanto científica como popular acerca del peligro que esto conlleva, COVID-19 es una enfermedad grave y por ésto las preocupaciones son justificadas.
A continuación un par de puntos importantes a considerar:
El virus SARS CoV-2 has mostrado ser mucho más contagioso que otros por su mayor afinidad a nuestras membranas celulares


Además puede ser contagiado por portadores asintomáticos, osea personas que no saben que tienen la enfermedad o que pudieran pensar en contagiar a alguien.


Solo estos 2 puntos nos deben hacer tomar esto más en serio que un simple gripe o una Influenza estacional. Más aún cuando está lejos de desaparecer y ha contagiado a mucho personal de la salud.


Para seguir la evolución de la pandemia existen muchas páginas, si me permiten sugerir una que muestra de manera global muchos factores de cada país sugiero


Existen ciertas reglas básicas que deben ser seguidas tanto por profesionales como por el personal  médico  de salud en cualquier crisis, pero específicamente en situaciones de pandemia.
La información que se disemina debe ser siempre información verificada. Los profesionales tienen la tarea de evaluar en forma crítica la situación, con la correspondiente cautela y también la precaución de no generar pánico.

Las pautas a seguir en estos casos deben ser establecidas por verdaderos expertos e instituciones avaladas, no por personas individuales.
Entre las diferentes clínicas, puede darse una interpretación diferente de estas pautas, según factores de riesgo locales o individuales y no se puede decir que una solución personal se convierta en universal porque esto puede llevar a confusión, especialmente en situaciones que pueden durar bastante tiempo.

Para una evaluación de por cuanto tiempo deberemos enfrentar el problema, se sugiere la revision del siguiente artículo:



El objetivo de la cuarentena total y medidas similares que han sido tomadas por las autoridades de varios países en la actualidad, no apuntan a impedir que toda la población se infecte, sino que el objetivo principal de ésto, es aplanar la curva de la infección, para que los sistemas de salud no colapsen.
Debido a esta contingencia, hoy en día sólo el Coronavirus (SARS-CoV-2) está en la mente de las personas, pero lamentablemente, todas las otras enfermedades o accidentes que a diario ocurren no han desaparecido y se deben también tratar  de la manera más normal posible. En nuestro pais según estimaciones del ministerio de Salud, la ocupación clásica de camas críticas es de alrededor del 75%, lo que significa que solo 1 de cada 4 esta libre para una potencial epidemia.


B. Factores a considerar en nuestra profesión

Permítanme ahora discutir algunos de los factotres más comentados:

1. Aerosoles y concentración viral
La nube de spray y aerosoles generados durante los procedimientos dentales, son vistos como una zona de peligro. En principio, los aerosoles que contienen diferentes patógenos son un peligro para la vía respiratoria alta. Se sabe que el SARS-CoV-2 puede estar presente y replicarse en la zona faríngea, por lo tanto se debe investigar la amenaza que presenta  la producción de estos aerosoles.

Según la literatura disponible y la proporcionada por el IRK (Robert Koch Institut), la mayor vía de contagio serían las gotitas de Fluegge (gotas de saliva). Se sabe que en estudios de laboratorio experimentales, los aerosoles pueden contener partículas de SARS-CoV-2, que pueden ser peligrosas e infecciosas


(Importante es notar que este estudio no fue realizado en una situación clínica real con personas, aire circulante y succión para reducir el aerosol producido).
El mismo estudio también demostró que el SARS-CoV-1, que generó la epidemia de 2003, está contenido en aerosoles en cantidades mayores que el SARS-Cov-2. Sin embargo, no está claro si estas partículas son suficientes para iniciar una infección.


Es importante hacer la diferencia entre aerosoles que contienen altos niveles de carga viral de aquellos que están altamente diluídos en agua. Si realizamos el ejemplo concreto de la saliva de alguien o de cuando una persona estornuda o tose, y las partículas de saliva saltan de su boca a una superficie, es muy diferente al spray diluido con microgotas de agua con algo de saliva que genera el uso de una turbina dental, ya sea de 1-3 jets que tiene un rango de 30ml/min a 42ml/min.


Para hacernos una idea de la dimensión de lo que estamos hablando, cuando uno trabaja con una turbina, en 4 minutos llenas un vaso de agua, a ese vaso de agua que no esta contaminado, deberiamos sumarle los potenciales virus que estaban en contacto con el diente y la mucosa del área donde rebota el agua (y no necesariamente de la garganta o faringe, que es lo que miden los estudios), y a esto debemos restarle toda el agua después de rebotar que ahora estaría contaminada, que es absorbida con la succión que utilizamos. Ese restante que se transforma en aerosol es lo que nos podría contagiar… se entiende la idea?

Pero antes de pensar en el aerosol, debemos evaluar la patogenicidad del virus.
Se ha demostrado que el virus puede ser detectado con una prueba de torunda faríngea (cotonito o cotton roll) en solo un 30% de los pacientes sintomáticos activos de COVID-19, mientras que este mismo test da casi siempre positivo a fluídos  bronquiales o esputo.


Estos datos deben ser considerados al evaluar el riesgo de los procedimientos odontológicos, dado que la carga viral de la mucosa faringea es la que será propagada en caso de toz y estornudo del paciente, pero no la que será propagada a través de aerosoles. En un procedimiento odontológico el agua de la turbina o la saliva del paciente que es aspirada no necesariamente estuvo en contacto con la faringe y menos con los bronquios.

También es importante considerar productos que nos pueden ayudar a bajar la carga bacteriana y viral de los pacientes antes del tratamiento. El clásico usado en odontología es la clorhexidina que si bien es muy efectiva contra bacterias ha demostrado no ser la mejor opción para disminuir la carga viral.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32035997


Enjuagatorios bucales antibacterianos (especialmente el peroxido de hidrógeno) parecieran disminuir la carga viral y otros menos populares como hipoclorito de sodio al 0.1% o derechamente que contengan ácido hipocloroso parecen ser más efectivos incluso usado para el tratamiento de heridas siendo producido por nuestras propias celúlas (neutrófilos).





Es también importante considerer la disminución de la contaminación, de alrededor del 90%, que realiza la succión de alto volumen, sumada al ejector tradicional. Esto se hace a través del clásico dispositivo conocido como hemosuctor o nuevos diseños ideados recientemente. Estos dispositvos requieren de sillón de primer nivel y tecnología que además necesitan que la clínica tenga una bomba de vacío adicional y compresores de última generación.  En caso que el lector de este documento sea un potencial paciente, se sugiere elegir con cuidado a profesionales o clínicas que tengan estos equipos y trabajen a 4 manos con las asistentes. Si el lector es odontólogo, lo instamos a adquirir de forma urgente estos equipos.


También es evidente que solo los primeros segundos del uso de la turbina son los más críticos, dado que al agua del spray ¨lavaría¨las superficies que teóricamente tuvieran patógenos. A esta situación deberíamos sumarle la desinfección previa que habríamos hecho con colutorio en base idealmente a ácido hipocloroso como ya mencionamos. El riesgo de contagio por aerosol después de este simple análisis ya no parece tan alto como creíamos.

2. Distanciamiento social y protección básica
Las regulaciones impartidas por las autoridades de salud en cuanto al distanciamiento entre personas de 1.5 a 2 mts, están también avaladas por estos estudios, ya que las las gotitas expulsadas mientas se mantienen conversaciones entre personas pueden ser una fuente de contagio. Por ende es responsabilidad tanto del paciente de exigir que la clínica cumpla esto, como del profesional de ofrecer salas de espera y recepciones que cumplan con estos requisitos. Nuevas reglas que nuestro gobierno ha decretado, como el uso obligatorio de mascarillas, aunque sean artesanales, tanto en espacios públicos como privados con asistencia de público solo cuentan con nuestro apoyo.

El personal dental generalmente está protegido con barreras standard, que han sido usadas por años, debido a que al trabajar en la cavidad oral , se está expuesto a los diferentes patógenos presentes en ella, como también presentes en la nariz y area perifaríngea, y el spray producido durante los procedimientos realizados, puede llevarlos a las personas que están alrededor. Por lo tanto, el problema que nos genera el SARS-CoV-2, no es totalmente nuevo para nosotros. Dado lo anterior, es por lo que la asociación alemana de higiene de hospitales, demanda una normalización de la situación y da énfasis en que el hablar, cantar, y toser son los principales medios de contagio de este virus. Es por esto, que tal como dijimos anterioremente el uso de mascarilla en lugares públicos y privados, nos parece una medida cautelar acertada. Y es por esto también que nuestro personal está siempre con mascarilla.





Implicancias para  la práctica clínica

Sí, es probable encontrar partículas de SARS-CoV-2 en aerosoles. La clave para que se produzca contagio, es que exista una cantidad suficiente de partículas virales para iniciar la infección. Aún no se ha estudiado si los aersoles (spray diluído en agua, succión, salas con personas, etc) que se producirían en un prodecimiento odontológico de un paciente SARS-CoV-2 positivo puedan causar una infección. Sin embargo, ya explicamos en base a un análisis práctico y lógico que la posibilidad parece más bien remota. Por favor considerar también la evidencia clínica de Wuhan que se citamos a continuación:

La información ahora disponible de Wuhan (China) establece que, aunque el hospital universitario de odontología atendió a 120,000 pacientes en condiciones normales (aerosol, protector bucal simple) durante dos meses (diciembre de 2019 y enero de 2020) sin conocer el problema de la pandemia que se estapa iniciando ni al moyor riesgo de contagio al que estaban expuestos, "solo" se infectaron 9 de 1,098 miembros del equipo con el virus SARS-CoV-2 de los cuales 3 fueron confirmados que se contagiaron fuera del lugar de trabajo y con 6 no se pudo indentificar la forma de contagio por lo que probablemente fue en el trabajo).

Por el contrario, hay miles de personas que se han infectado en el campo de la medicina general, la otorrinolaringología y la oftalmología se vieron particularmente afectadas. Los autores de la publicación atribuyen la tasa de infección extremadamente baja en el campo dental a la implementación consistente de medidas de protección clásicas. En este contexto, los equipos dentales no son el grupo más vulnerable, y ciertamente no son "puntos críticos" o "superpropagadores", como se afirmado erróneamente hasta ahora.


Paper original


Comunicación de las Bundeszahnaertztekammer alemana con datos adicionales a la publicación original


Las principales fuentes de contagio se producen por el contacto casual con personas fuera de la consulta odontológica y/o médica. Considerando éstos factores, la petición del IKR (Roberto Koch Institut) y otros, de no cerrar las clínicas privadas de odontología, tiene sentido y la apoyamos completamente

A propósito, sabían Uds. que partículas de VIH pueden ser encontradas en aerosoles dentales? Acá está la prueba:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6357359/ https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/1529914

No es mi idea asustarlos con esto, pero si poner en su lugar el nuevo riesgo de forma real y hacerlos tomar conciencia de la importancia de la clínica donde trabajan o asisten como pacientes y la seriedad del profesional que los atiende, al margen de este patógeno en particular.


La mascarilla quirúrgica regular, combinada con antiparras, gorro y quizás un delantal quirúrgico desechable, está recomendado por el IRK, para la atención de pacientes regulares sanos no positivos para SARS-CoV-2. Lo anterior ha sido ampliamente criticado, y se ha demandado el uso de mascarillas N95 para la atención dental, debido a que pacientes asintomáticos pueden estar de todas formas infectados.

Revisemos qué son las mascarillas N95: Se clasifican como mascarillas filtradoras de partículas por la cantidad de partículas de un tamaño de hasta 0.6 micrones, que pueden penetrar la mascarilla en estudios experimentales de laboratorio. Las mascarillas N95 pueden filtrar muchas más partículas que una mascarilla normal. Los aerosoles contienen partículas de tamaños menores a 5 micrones. Sin embargo, la evidencia existente no prueba que éstas mascarillas son superiores en condiciones clínicas.


Hay incluso estudios que demuestran que a pesar de sus mejores capacidades para filtrar, las mascarillas N95, serían menos eficientes que las mascarillas regulares, en una situación clínica real.


Un muy reciente estudio publicado en Nature es aún más categórico (Nótese que el estudio fue hecho en condiciones clínicas y con individuos SINTOMÁTICOS), concluyendo:
¨Nuestros resultados indican las las mascarillas quirúrgicas (osea nuestras mascarillas tradicionales) pueden prevenir la transmisión de coronavirus humanos e influenza en individuos sintomáticos¨



De hecho, lo que sería mucho más importante que el tipo de mascarilla a utilizar, es, primero usarla y segundo la correcta forma de usarla. Una simple guía de como hacer una y usarla pueden verlo acá:


En general, hay que distinguir entre pacientes asintomáticos y probablemente negativos para el SARS-CoV-2 (cómo hacerlo se explica más abajo) y pacientes positivos para el virus.  Mientras que las barreras convencionales utilizadas en odontología son suficientes para el primer grupo, el segundo grupo, si bien según la reciente evidencia podría no necesitar medidas adicionales si sería prudente tomarlas dado que estaríamos en conocimiento del mayor riesgo. El negar todo tratamiento y cerrar las clínicas privadas tanto médicas como odontológicas, parece ser inapropiado, incluso poco ético, ya que siempre habrá gente que necesite tratamiento y ésto no cambia por la aparición del SARS-CoV-2.

Implicancias clínicas:

Son nuestras barreras de protección, 100% eficaces para todo tipo de infección?
Definitivamente no, y esto no es nada nuevo (Ej: tuberculosis). Pero los enunciados provenientes del IKR y otros institutos, donde dicen que las barreras de protección odontológica estándar son suficientes para tratar a pacientes negativos para SARS-CoV-2, tienen sentido. Debemos aumentar las medidas para pacientes sintomáticos que realmente necesiten la atención? Por supuesto.(Es obvio que lo que no sea realmente  de vida o muerte en alguien sintomático debería postponerse) Lo que si tiene mucho sentido es que la correcta manipulación de las barreras sería mucho más importante.

Hemos escuchado que se ha comparado a las consultas médicas y odontológicas con salones de belleza, e incluso han reclamado que los dentistas serían ”super diseminadores “ del virus. Ésto, simplemente no es verdad. Por favor consideren que no estamos enfrentados a un nuevo super virus, sino que a una familia que es miembro de los Coronaviridae.
Las consultas médicas y dentales es donde se aplican las más estrictas normas de higiene y bioseguridad. Esto ha sido así antes de la aparición del virus, y su llegada no cambia las cosas.
Todas las pautas para el tratamiento del paciente positivo a SARS-CoV-2, dicen que el paciente debe usar una mascarilla quirúrgica. Es importante que todo el personal clínico, use una mascarilla en todo momento, ya que esto es vital para prevenir la diseminación del virus en caso de que alguien se infecte.

Como ya mencionamos, en el colegio y hospital de Estomatología de Wuhan, solo el 0,47% del personal dental y estudiantes que trabajaban ahí se infectaron (es de notar que vieron 120.000 pacientes), a pesar de que se siguió atendiendo de manera normal  por varias semanas durante plena irrupción del virus, cumpliendo eso si con todas las normas de protección estándar en la práctica odontológica.

Sugerimos que todo el personal clínico, incluso cuando se converse entre ellos, usen una mascarilla y lentes de protección, absteniéndose de tener cualquier tipo de saludo con contacto físico. De esta forma, el riesgo de diseminar el virus se minimiza. Si quiere saber de nuestros protocolos específicos no dude en contactarnos.

Muchas personas, especialmente a través de redes sociales, han opinado que las autoridades en general, no estaban preparadas adecuadamente para enfrentar esta pandemia. En muchos casos, esto no es verdad.  En el caso de Alemania, los planes para la pandemia, pueden ser descargados desde la página web del IKR, y esto también puede aplicarse a otras naciones como la nuestra. Nuestro gobierno al momento de enterarse de la posible pandemia comenzó tempranamente y esto nos hace estar ahora en una posición muy privilegiada en la región.

Esta situación de comentarios irresponsables y sin base en redes sociales pueden ser especialmente problemáticos, cuando provienen de profesionales de la salud que no sólo por el hecho de serlo, entienden realmente el problema. Sin embargo, el público en general les pone atención por pertenecer al área médica. Creemos firmemente que éste no es el momento de enfrascarnos en pequeños discusiones sobre percepción, sin base alguna, guiadas por la emocionalidad del momento, sino que es el tiempo de seguir las normas y guías que fueron establecidas por los expertos y que la ciencia confirma. Sólo cuando cada ciudadano sea capaz de seguir estas guías y cumplir cabalmente los deberes que tiene asignados, incluso con mayor diligencia que la habitual, vamos a poder superar esta crisis con las menores pérdidas posibles para  nuestra sociedad.


C. Cómo lidiar con el SARS-CoV-2 en nuestra clínica

En Chile, como ya mencionamos, las clínicas dentales no han debido cerrar por decreto, y depende del Odontólogo decidir en conjunto con sus pacientes, qué procedimientos deben ser postpuestos para más adelante. Estas medidas pueden verse influenciadas también por una falta de material de protección.

Uno puede complejizar protocolos hasta el infinito y a través de estos subir los costos de atención de manera importante, costos que por razones obvias serán transferidos a los pacientes, lo que nuevamente nos haría caer en consecuencias no deseadas, dado que más personas quedarían marginadas de la atención dental. Por esto creo que los protocolos deben ser muy simples, reproducibles, económicamente viables y las medidas de protección deben seguir permitiendo que estemos cómodos por varias horas para poder mantener la precisión de nuestro trabajo, obviamente evitando al mismo tiempo posibles contagios.
A continuación detallamos cómo nosotros hemos decidido proceder en Clinica Artis, en base a todo lo que le hemos presentado:
1.      Al momento de tomar la cita, la recepcionista interroga al paciente sobre su situación de salud actual y posible exposición a contagiados. Su motivo de consulta y necesidad de tratamiento es considerado al momento de agendarlo
2.      El número de pacientes citados por profesional, se ha reducido, para que no se encuentren en la sala de espera o al menos, no tengan que estar cerca unos de otros.
3.      Se han sacado sillones de la sala de espera y se ha habilitado una nueva para favorecer el distanciamiento.
4.      Una vez que el paciente llega se le pide lavado y desinfección de manos, se le realiza un cuestionario por escrito que debe firmar de su situación de salud y se le toma la temperatura.
5.      Pacientes de grupos etarios de mayor riesgo o con condiciones de salud que puedan hacerlos más propensos, son pasados inmediatamente al box de atención.
6.      No se permiten acompañantes, salvo a menores de edad y personas no valentes.
7.      Durante el día, se han dejado ventanas sin pacientes en las agendas, para que en caso de tener una urgencia, poder verla lo antes posible, sin que tenga que esperar en la sala de espera. A los pacientes inmunodeprimidos, se les cita y atiende puntual, y se les hace pasar de inmediato al box, sin tener que permanecer en la sala de espera.
8.      Todo el personal de la clínica usa mascarilla siempre. Durante los recreos, el personal está obligado a tomar distancia el uno del otro, o salir de la oficina al aire libre.
9.      Ningún odontólogo puede ver pacientes sin mascarilla, gorro y guantes.
10.  Antes del tratamiento, los pacientes deben enjuagarse con una solución de ácido hipocloroso 1/5 partes por 1 minuto, para reducir la carga patógena de la cavidad oral.
11.  Durante el tratamiento que generen aerosoles, se debe usar bata desechable y/o esterilizable.





En nuestra clínica contamos con bomba de vacío y trabajamos desde hace años
con aspiración y succión a 4 manos, la cual reduce el riesgo de contaminación en un 90%. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7093851/

Antes de dejar la clínica, nos debemos sacar la ropa ahí usada, y aplicar desinfectantes en todas las partes de piel expuestas durante éste período, incluído el cuello y la cara.

En nuestro país era frecuente ver a odontólogos o personas de la salud en espacios públicos, restaurantes, clubes, malls y en el transporte público vistiendo sus scrubs de trabajo. Esos tiempos después de esta pandemia pasarán al olvido.

Los equipos de aire acondicionado han sido revisados y limpiados, generamos momentos de ventilación natural varías veces al día y mantemos la aspiración del pabellon prendida que elimina el aire fuera del sistema de circulación de la clínica.

Todas las superficies clínicas son desinfectadas después de cada paciente y spray es rociado en el aire para disminuir la carga viral.

Además tenemos el privilegio de estar ubicados en un edificio con bajísimo flujo de personas, con estacionamientos propios gracias a los cuales los pacientes no tienen que interactuar con personal de cobro ni operar máquinas de pago. A esto le sumamos el acceso directo a la clínica desde el ascensor sin pasillos ni otras oficinas en el camino.

Cada par de días tenemos reuniones que respondan a las dudas y miedos del personal de salud que trabaja con nosotros. Los colegas con factores de riesgo alto, o que estén enfermos, deben permanecer en casa.

Todo nuestro personal cuenta con mascarillas, guantes y agentes desinfectantes para su uso durante los traslados o tiempos fuera de la clínica, poniendo énfasis en que el mayor riesgo de contagio se encuentra fuera de ella.

Recordemos que cada pieza del puzzle es relevante y si falta una no se completa. Es por esto que lo más importante es la disciplina en la aplicación de los protocolos básicos y la sumatoria de factores y pequeñas medidas ayudaran a un gran resultado. Es por esto que cada uno debe evaluar cuan cercano está a cumplir con los protocolos ideales. No nos creemos perfectos, pero nos estamos esforzando por cumplir todo lo que les mencionamos y muchas de las cosas mencionadas las planificamos desde la incepción de la idea y construcción de nuestra clínica.

D. ¿Qué es lo que viene?

La única forma de enfrentar esta pandemia es que todos nosotros actuemos en forma consciente y cautelosa, pero al mismo tiempo manteniendo la calma estando preparados para ello.

Una vez superada la crisis, debemos permanecer unidos para enfrentar las tareas políticas, asegurando que contamos con los medios para realizar Odontología de alto nivel, lo caul es muy importante dentro de nuestra sociedad.

Ahora más que nunca, la sociedad se ha dado cuenta que profesionales son verdaderamente importantes para nuestra sobre vivencia, donde el equipamiento y salarios de los funcionarios de la salud, deben ser adaptados según la importancia que requieren y donde han debido estar desde hace bastante tiempo. El agradecimiento en muchos países se ha escuchado fuerte a través de aplausos durante varios días.

Para seguir con el distanciamiento social, el flujo de nuestros pacientes se deberá mantener bajo, e incluso cuando contemos con una vacuna para el virus, ésto no resolverá todos los problemas dada su alta tasa de mutaciones viables.

El SARS-CoV-2 será un enemigo permanente, ya que su naturaleza de mutar, hace poco predictivo su comportamiento, y al igual que la gripe o Influenza, deberán realizarse revacunaciones y la total inmunidad no estará garantizada. Este virus llegó para quedarse, y no existe un futuro sin SARS-CoV-2 y COVID-19. La Clasificación de enfermedades internacionales ya se ha extendido para el COVID-19. EL código UO7.1 ha cambiado al mundo.




Consideraciones finales:

No te consideres a ti ni tampoco al trabajo odontológico que realizas como innecesario o postergable por un plazo indeterminado de tiempo. Durante las últimas décadas, los odotólogos hemos comenzado lentamente a ser reconocidos como una figura importante dentro de los profesionales de la salud, dada la interacción de la salud bucal con la salud general del ser humano. No dejemos que el miedo y mitos arruinen eso.

Los dentistas u odontólogos somos especialistas en el cuidado de la salud oral, y por lo tanto un pilar fundamental en la mantención de la condición médica general de nuestros pacientes.

Cuídense, cuiden a sus familias, cuiden a su equipo, mantengan la calma y cumplan su deber con sus pacientes primero manteniéndolos sanos, en caso de necesitarlo sanándolos y cuidándolos de posibles contagios.


Dr. Eduardo Mahn
Clínica Artis
























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