Algo anda
mal, escandalosas utilidades en empresas reguladas
Por Andrés
Palma
Docente Universidad de Santiago
Docente Universidad de Santiago
Cuando recibimos los datos del Estudio
de Valores Sociales de la Universidad de Santiago, uno de los temas que me
llamó la atención fue que el
81% de las personas señalaran que el agua debía ser propiedad exclusiva del
estado, y un 80% lo dijera para la energía.
Asimismo, ante la pregunta, “para
usted el lucro es aceptable si mejora la calidad…” en el caso del agua esto es
aceptado por el 34% de las personas, idéntica cifra para la electricidad y 33%
para el gas. Para la educación este porcentaje es de 41% y para la salud de
42%.
Es decir, el Estudio de Valores
Sociales nos dijo que las personas son más partidarias del lucro en la
educación y en la salud que en los servicios de agua, gas y electricidad. Por
eso me sentí cuestionado.
Al respecto, la Superintendencia de
Valores y Seguros (SVS) ha entregado una información muy importante para
comprender el por qué las personas no quieren el lucro en estos servicios
básicos que históricamente han sido provistos por empresas privadas.
La información sobre las utilidades
sobre ventas de estas empresas, es decir el beneficio que queda para el
proveedor del servicio por cada peso que recibe de pago, supera con creces lo
que se considera justo, lo que corresponde a un análisis de mercados
competitivos y, particularmente en los casos de las empresas de agua y electricidad,
cuyos precios están regulados por contratos con el Estado, lo que establecen
las leyes.
La información señala que la empresa
Metrogas tuvo una utilidad sobre las ventas de casi un 30%, es decir casi uno
de cada tres pesos que recibió fue utilidad.
Luego tres empresas que
prestan servicios de agua potable, Aguas Andinas, Concesionaria de Servicios
Sanitarios y Aguas Los Lagos, tienen sobre un 25% de utilidades, es decir de
cada cuatro pesos que reciben más de uno es utilidad.
Muy cerca les sigue Chilectra,
con casi un 25%
según la SVS, y luego otras más con menores pero importantes utilidades sobre
las ventas. Estas ganancias se llamarían “extraordinarias” por su magnitud,
pero al estar en empresas de servicios a la comunidad y, como señalo en los
casos de agua y electricidad, sujetas a regulación de tarifas o precio, debemos
llamarlas escandalosas.
El escándalo procede por dos
razones: la primera es porque son utilidades que provienen de la explotación de
los consumidores, de los usuarios de estos servicios y la segunda es porque
reflejan una mala legislación o regulación de estos mercados por parte del
Estado.
La provisión de agua y electricidad a
los hogares y empresas medianas y pequeñas es realizada por una empresa
monopólica, por ello son reguladas y sus precios o tarifas se fijan por un
procedimiento establecido por Ley.
Si hay utilidades escandalosas
en estos sectores es porque la Ley está mal, porque está siendo mal aplicada
por la autoridad encargada o porque está siendo vulnerada. Habrá que estudiar
cada caso.
Pero la realidad es que hay utilidades inmorales según se desprende del informe
de la SVS y esas ganancias son rentas producto de explotación a los usuarios y
consumidores.
Se entiende entonces que no se quiera
el lucro en estos sectores, tal como nos dijo el estudio de Valores Sociales.
Este es un espacio de libertad, por lo
que solicitamos que no lo desaproveches. Contamos con que las opiniones se
remitan al contenido de las columnas .
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